Capitulo 18

Marcos siguió pensando, mientras Victoria iba a la habitación a ponerse un saquito ya que se había levantado frio. Por un lado sabia que una de las cosas que más quería en el mundo era volver a correr, pero también habitaba en él ese sentimiento de sentirse “la segunda opción”...

Mientras tanto, en la casa de Elena y Pepe seguían conversando de lo lindo, recordando momentos y tomando mates, acompañados del lemon pie.

Un rato más tarde, Cris y Emilio decidieron irse...

Emilio: Muchas gracias por recibirnos

Elena: Muchas gracias a ustedes por la visita

Cris: Nos vemos pronto

Pepe: Nos vemos, adiós

Brenda y Lucas caminaban sin dirección, estaban felices, sentimiento que nadie les podría borrar. Se miraban y sonreímos, se regalaban besos y carisias...

Con respeto al bar del “terco” todo iba perfecto, poco a poco se iba notando el cambio y en menos de lo que ellos pensaban el bar estaría nuevamente en funcionamiento

Alejandra se encargaba de “crear” nuevos menú, mientras que el terco se encargaba de supervisar absolutamente todo.

Alejandra: Ya falta poco, ¡está quedando precioso!

Terco: Por suerte sí, yo que no tenía fe en ellos-señalando a los trabajadores

Alejandra: Tu nombre te describe

Terco: Ojo eh-rieron los dos y se dieron un tierno beso-.

Cris y Emilio ya habían llegado a la mansión, se dispusieron a cocinar algo, ya que les encantaba compartir pequeños momentos juntos.

Marcos seguía en el patio hasta que se le ocurrió llevar a su hijo al taller para mostrarle como se hacían las cosas

Marcos-entrando a la casa- hijo, hijo- fue hasta su habitación

Gonzalo: ¿Qué papi?

Marcos: ¿Queres ir al taller conmigo?

Gonzalo: ¿Enserio?-pregunto y Marcos asistió con su cabeza- si, si-dijo feliz

Marcos: Vos abrígate que yo le voy a avisar a tu mamá

Él salió de la habitación de sus hijos y se dirigió a la suya en busca de su mujer

Marcos: Mi amor, nos vamos con Gonza al taller

Victoria: Dale mi vida-contesto con la voz apagada

Marcos: ¿Te sentís bien?-pregunto preocupado

Victoria: Si, solo me duele un poco la cabeza, pero si descanso un rato se me pasa

Marcos: ¿Segura? ¿no preferís que me quede con vos?-ella negó- bueno, está bien, yo me llevo a los chicos así dormís un ratito, después vuelvo y te hago mimitos

Victoria: Dale mi amor, gracias

Marcos: ¿Por?

Victoria: Por preocuparte por mi

Marcos: Siempre me voy a preocupar por vos mi amor, descansa, te amo mucho- le dio un tierno beso en la frente y se retiro, cerrando la puerta.

Al llegar al living vio a sus dos hijos mirando televisión, sonrió al ver esa imagen

Brenda y Lucas caminaron y llegaron a una plaza, en donde pudieron visualizar una ronda con personas cantando y tocando...

Se acercaron hacia la misma y escucharon... cantaban muy bien todos. Cuando la canción finalizo ellos saludaron...

Brenda: Hola

Lucas: Hola

-Hola chicos, ¿todo bien?

Brenda: Bien, bien, cantan y tocan muy lindo

-Gracias, ¿quieren sumarse a la ronda?

Ellos dos se miraron y sonrieron, en menos de 1 minuto estaban en la ronda, se pusieron de acuerdo que tocar y comenzaron... la gente de la plaza poco a poco se fue acercando....

A su vez en la casa de la familia Guerrero solo quedaba Victoria, quien se había levanto a tomar algo para el dolor de cabeza, después de eso decidió darse un baño con el fin de que el dolor cesara aunque sea un poco...

Marcos estaba con sus hijos en el taller, mostrándole como era el funcionamiento de todo, Gonzalo miraba feliz todo lo que su padre hacia, mientras que Zoe miraba pero no tan interesada

Zoe: ¿Mamá?

Marcos-mirando a su hija- está en casa mi amor, se quedo acostada, le dolía un poco la cabeza

Zoe: ¿Pero está bien?-pregunto preocupada

Marcos: Si mi amor

Zoe: ¿Queres que hoy vayamos a dormir a la casa de la abuela Isabel? así vos estas con ella y se pone bien

A Marcos le sorprendió la actitud madura de su hija...

Marcos: Que inteligente que sos mi amor-le dio un beso- bueno, cuando terminamos pasamos por casa a buscar las cosas y vamos.

Tal como dijo terminaron eso y fueron hasta su casa, donde buscaron las cosas

Marcos: Mi amor-dijo entrando a la habitación..

Allí se encontró a su mujer dormida, la topo bien y se retiro

Marcos: Mamá duerme

Gonzalo: ¿Podemos darle un beso?

Marcos: Por supuesto, pero con cuidado.

Ellos fueron y le dieron un beso a su madre y después su madre los llevo hasta la casa de Isabel, donde pasaría la noche...

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Con amor, Vicc y Sofii