Marcos y Victoria estaban acostados en la cama. Ella estaba apoyada sobre el pecho de él mientras
le acariciaba el pelo de una forma suave y tierna.
-¿Vos tuviste la maravillosa de llevarlos a los chicos a la
casa de tu mamá? – preguntó Victoria
-No, aunque no lo creas fue idea de Zoe y, a vos te tengo
que ser sincero, me apreció una idea genial.
-Que tonto, siempre pensando en sexo.
-Mentira, también tenía ganas de estar con vos… juntos…
solos… - dijo y luego añadió después de una pausa - vos no sos solo sexo para mí, mi amor.
-Vos tampoco sos solo sexo para mí…aunque bueno, no me quejo
– contestó pícara.
-Ah, después soy yo ¿ves? Jajajaja, por Dios.
-¿Tenes hambre?
-Y, ahora que te comí toda – dice apretándola fuerte contra
él – podríamos comer algo…
-Bueno, ahora hago.
Victoria atinó a levantarse y Marcos la tomó por la cintura.
-No, no, no y no, vos te quedas acá, te voy a cocinar algo
bien rico.
-¿Y si vamos los dos? Pase toda la tarde en la cama, estoy
medio cansada de estar acostada…
-Vamos, igual técnicamente no estuviste acostada TODO el
tiempo.
-Y volvió la mula al trigo – dijo mientras se levantó y se
puso una bata.
Florencia y Benjamín ya habían llegado a su casa, él se
había quedado dormido en el viaje y Flor se preparaba un té en la cocina mientras
le mandaba un mensaje de texto a Pablo.
Para: Pablo mi amor (L
Amor, ¿dormís? Quiero sabes qué pasó con tu mamá. Besos, te
amo.
De: Pablo mi amor (L
No linda, todavía no duermo, estoy acostado pensado en vos…
Nada tan urgente como pensaba, me podría haber quedado en lo de tu mamá sin
problema… Cosas de mi vieja, ya la conoces, es medio loca.
Para: Pablo mi amor (L
Pero que tierno que es mi novio, yo también pensaba en vos… ¡No
digas eso de tu mamá! Te quiere mucho y quiere lo mejor para vos, eso es lo que
le pasa…
De: Pablo mi amor (L
Igual, ahora salió con una nueva: quiere que vaya a buscar a
una prima lejana al aeropuerto y le muestre Buenos Aires como su guía privado,
no sé qué se piensa.
Para: Pablo mi amor (L
¿Cuántos años tiene? ¿La conoces? ¿Te la comiste alguna vez?
¿Cuándo se vuelve? ¿Viene sola? ¿Es soltera?
De: Pablo mi amor (L
JAJAJJAJAJA, ¿te podes tranquilizar bonita? Soy todo tuyo, y
de nadie más. Ahora te constesto. 27, no, no, dentro de dos semanas, si y si.
Para: Pablo mi amor (L
No me alcanza con que seas mío, si se te quiere tirar se te
va a tirar, no le va a importar mucho que yo sea tu dueña… y apropósito, las
respuestas no me gustaron mucho…
De: Pablo mi amor (L
Ya sé, pero no te quiero mentir
Para: Pablo mi amor (L
Amo que me seas honesto… ¿Te enoja si me duermo un ratito?
Tengo sueñito…
De: Pablo mi amor (L
¿Vas a poder?
Para: Pablo mi amor (L
¿Por qué lo decís?
De: Pablo mi amor (L
Es que a mí me cuesta dormir cuando no te tengo al lado mío.
Para: Pablo mi amor (L
Sos hermoso, y sí, me va a costar… pero no me hagas acordar
que me pongo triste.
De: Pablo mi amor (L
Si te pones triste, voy para allá y te saco la tristeza
enseguida eh, solo me tenes que avisar.
Para: Pablo mi amor (L
Mañana te venís a la noche y me sacas lo que tengas ganas.
De: Pablo mi amor (L
La noche te pega mal mi amor, igual, no me faltan ganas de
sacarte todo. Anda a la camita que mañana la compartimos si? Te amo mucho <3
Para: Pablo mi amor (L
Te amo más más más más. Yo también soy toda tuya.
Terminada así la conversación ella se fue a dormir con una
sonrisa en el rosto.
Las calles del barrio estaban desoladas, y Lucas y Brenda
caminaban por el medio de la calle abrazados.
Iban en silencio absoluto, nada les faltaba si estaban
juntos. Las cosas cada vez estaban mejor, y a raíz de eso la relación estaba
más libre. Muchas cosas tuvieron que superar en el pasado así que se dedicaban
a disfrutar lo más que podían.
-¿Cuántos hijos queres tener? – preguntó Lucas y luego
hundió su cabeza en el cuello de ella para darle besos...
-¿Hijos? ¿Ya estás pensando en hijos? Jajaja, no sé, dos o
tres… Vos, ¿cuántos queres que tengamos?
-Ocho, nueve…
-¿OCHO O NUEVE? – Dice dándose vuelta para quedar enfrentada
a él – ¿Estás loco o tomaste de más?
-¿Te imaginas todos los pibitos corriendo por la casa y vos
cocinando y llamándonos a comer? Hay, me muero – dijo con voz tierna.
-Sos loco, definitivamente…
Así siguió la noche para ellos, feliz y proyectando un
futuro que sin dudas no tardaría en llegar.
En la casa de Marcos y Victoria solo se escuchaba el ruido
del televisor y el sollozo de Victoria causado por la película que miraban.
Habían cenado y era la segunda película que miraban, por ende la segunda vez
que Victoria lloraba. Cada vez que estaban solos se había vuelto como un ritual
ver películas dramáticas o románticas, y en el final alguna terminaba llorando.
Marcos estaba recostado sobre las piernas de Victoria y ella
le acariciaba la cara suavemente… él se levanta haciéndole señas para que no
frenara la película que ya volvía, tenía un plan para hacer la noche más
especial todavía.