Capítulo 24

La semana pasó volando para todos, Gisela se adaptó rapidísimo a su nuevo trabajo y los chicos adoraban a Clara.
Zoe y Gonzalo tomaron muy bien la noticia de que mamá y papá iban a pasar una fin de semana lejos de casa y ellos se quedarían con Isabel y Elena. Zoe se alegró muchísimo cuando se enteró que su papá volvía a las pistas y deseo estar ahí para él, pero compredió que no se podía.

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Jueves, 10:30 a.m.

- Gracias Alcides.

Victoria acababa de recibir las muestras de los nuevos chocolates que se iban a lanzar para la próxima temporada.

- Y, ¿cómo están Victoria?
- Riquísimos, listos para salir...
- Si Dios quiere, hablé con Cony y el diseño va a estar listo para los primeros días de la semana que viene y los chicos de publicidad están listos para el lanzamiento.
- Perfecto... Hay una cosa que quería preguntarte...
- Diga Victoria, largue el rollo.
- El chico éste, que ibas a cambiar de sección, ¿se adaptó?
- Sí, ahora está en Administración y las chicas me comentaron que le va bastante bien.
- Es una alegría.
- Bueno Victoria, la dejo que tengo que seguir con el laburo.
- Me parece bárbaro Alcides, no vemos después.

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Marcos ésa tarde se dedicó solamente a entrenar, Victoria ya había preparado los bolsos para salir al mediodía siguiente dejando a sus hijos con las abuelas.

Jueves 02:37a.m.

La familia Guerrero dormía plácidamente cuándo el teléfono de Victoria despertó tanto a ella como a Marcos.
- ¿Hola? - atendió Victoria con la voz de dormida... - ¡¿CÓMO?! - se incorporó de golpe desconcertando a Marcos - ¿Sólo eso se llevaron?... Ajá... ¿El estrictamente necesario?... Por supuesto oficial... Bueno, voy para allá... Adiós.
- ¿¡¿¡QUIÉN MIERDA ES A ÉSTA HORA!?!? - preguntó Marcos desconcertado.
- La policía, me tengo que ir.
- ¿Eh? ¿La policía?
- Robaron la fábrica... Las oficinas de administración están destrozadas... - dice mientras se pone la pollera sentada en la cama.
- Voy con vos - contesta Marcos levantándose.
- Olvidate, te quedas con los chicos.
- Ni que me pagues Victoria, voy con vos.
- No, los chicos no se pueden quedar solos...
Marcos noto tantas sensaciones en su voz que no quiso seguir discutiendo... pero -obviamente- no era de su agrado quedarse en la casa mientras que su mujer tenía que enfrentar una situación semejante a esa.
- Solo porque sé que no tenes ganas de que te discuta. Pero apenas necesites algo me llamas; no es una sugerencia, es una orden.
Victoria esbozó una pequeña sonrisa, casi forzada - chau, te amo, descansá - le dio un beso corto y rápido y partió hacía la fábrica.

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Lejos de la casa de Marcos y Victoria, en pleno micro-centro de Buenos Aires, una botella de chapan se descorchaba festejando lo que podría llegar a ser, una nueva y posiblemente última caída de Golosinas Bandi.

Continuará....


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