Capítulo 2

Marcos y Victoria seguían en la casa de sus padres intentando concretar su beso

Marcos: Ahora sí, estamos solos (Dijo tomándola por la cintura, quedando a milímetros de su boca)

Victoria: Así es... solos (Respondió depositando sus brazos alrededor del cuello de Marcos)

Marcos: Y al estar solos, puedo hacer esto (Le dijo e inmediatamente la beso)

Poco a poco, el beso iba tomando mas y mas intensidad, al punto, en que él la llevo a ella hasta la pared y allí comenzó a recorrer con sus manos el cuerpo de ella.

Mientras tanto en la plaza

Gonzalo: Abu, abu (Dijo corriendo hacia ellos)

Pepe: ¿Qué pasa lindo?

Gonzalo: ¿Nos hamacan a mí y a mi hermana?

Elena: Claro (Dijo parándose del banco que estaban y yendo hacia las hamacas)

A su vez, Gisella y su hijo, ya habían vuelto de comprar la torta, y ahora preparaban toda la merienda

Valentino: Mamá, mamá, ¿Falta mucho para que vuelva papá?

Gisella: No hermoso (Miro el reloj que estaba en su muñeca) En 15 minutos ya esta acá.

Terminaron de preparar la merienda y se sentaron a esperarlo

Marcos y Victoria seguían en lo suyo, seguían besándose, la situación cada vez se volvía más apasionada, cada vez Marcos tocaba mas y Victoria se lo permitía. De un momento a otro, Marcos quiso sacarle la remera a Victoria, fue entonces, cuando ella entendió a donde se dirigían

Victoria: No no (Decía entre besos) acá no podemos, estamos en la casa de mis padres

Marcos: (Le besaba el cuello) No importa, no van a venir ahora

Victoria: Dije que no (Logrando separarse de él y yendo hacia la mesa) Después en casa vamos a donde quieras, pero sabes que acá no podemos.

Marcos: Cuando tenes razón, tenes razón (Dijo caminando hacia donde estaba ella y dándole un tierno beso en los labios)

Después de eso, se dispusieron a preparar el mate mientras esperaban que sus hijos regresaran con sus abuelos.

Paralelamente, Gabriela seguía llena de trabajo, no daba abasto ella sola. Iba y venía todo el día.

Ella se había mudado sola, en un departamento no muy alejado de la fábrica, pero no en el barrio.

Máquina entró en la oficina y vio como Gabriela trabajaba sin parar.

Gabriela: ¡Ahí estas! Te busqué toda la tarde.

Máquina: ¿Qué necesitaba esta hermosa dama?

Gabriela: Dejate de joder que tengo mucho trabajo, así que copera. Necesito que vayas con las chicas de contabilidad y que consigas los balances de Abril y Mayo, también que para mañana me prepares una muestra de todas las líneas de producción para Victoria.

Máquina: Dale, ¿para cuándo los balances?

Gabriela: Lo antes posible, así que anda y dejame trabajar tranquila.

Máquina: Bueno, bueno… parece que el trabajo nos pone de mal humor…

Gabriela: Sí, bastante, así que anda

Julián y Nano venían en el auto conversando muy tranquilos, y así entraron en la casa, donde los esperaban Valentino y Gisela con la merienda preparada para todos.

Julián: ¡Llegamos! ¿Dónde están? (dijo mientras entraba al comedor)

Gisela: Acá estamos.

De la cocina salieron Valentino y ella con la bandeja de la merienda.

Nano: ¡Pero que rico! ¿Es para nosotros?

Valentino: Es para todos, así merendamos los cuatro juntos, ¿quieren?

Julián: ¡Pero como no vamos a querer!

Los cuatro se sentaron a la mesa y empezaron a merendar mientras conversaban y se contaban las novedades.

En la plaza…

Gonzalo: MÁS ALTO ABU, MÁS ALTO (Gritaba desde la hamaca)

Pepe: Pero te vas a caer jajaja

Gonzalo: ¡No! Yo me tengo bien fuerte.

Pepe: Bueno, ya te hamaqué bastante, ahora dejame que me vaya con la abuela a tomar unos mates…

Gonzalo: Pero, yo en dónde juego ahora (triste)

Pepe: Haya está tu hermana, anda y preguntale si quiere jugar con vos…

Gonzalo: Bueno (bajando de la hamaca) Le pregunto.

Pepe caminó hacía donde estaba Elena cebándole un mate.

Elena: Toma (y se lo extiende)

Pepe: (luego de tomar el mate) Que grandes están los nenes.

Elena: Sí, pero lo que me pone más feliz es que Victoria haya formado su familia, y con Marcos.

Pepe: La verdad es que sí, esa es la mejor parte. Cuanto lucharon por estar juntos, y ahora disfrutan de una familia hermosa, muy felices.

Elena se quedó pensativa un momento…

Pepe: ¿Pasa algo?

Elena: La verdad, tengo que confesarte algo….

Pepe: Decime.

Elena: No creo que esta felicidad les dure tanto. Las cosas vienen demasiado bien, ellos están felices y me da mala espina. La empresa también anda muy bien. Y no sé por qué tengo la sensación de que algo raro está por pasar.

Pepe: En cierto punto tenes razón, las cosas van muy bien, pero tenemos que tener fe amor, no podemos pensar que todo está mal (dice regalándole una sonrisa)

Elena: Sí, todo va a estar bien amor.

Mientras tanto en la Fundación Bandi…

Emilio: ¡CRIS! ¿Dónde estáaaaas?

Cris: (Bajando las escaleras) Acá estoy Emily, decime qué necesitabas.

Emilio: Ah, ahí estas. Necesito que mandes a alguien, o que vayas vos a sacarle fotocopias a estas planillas (mostrándole un fajo de papeles bastante grande) y que también confecciones las nuevas listas de donadores de este mes.

Cris: Ahora mando a Raúl que andaba por ahí a que saque las fotocopias y ya mismo me pongo con las planillas.

Emilio: Genial entonces. (Cris se empezó a ir) Ah, y una cosa más.

Cris: Sí, decime (dándose vuelta)

Emilio: Que buen mozo que estás hoy. {JAJAJAAJ los putos}

En la casa de Julián y Gisela…

Ya habían terminado de merendar todos juntos y los chicos se habían ido a jugar a la play, mientras que Julián y Gisela seguían en la mesa conversando.

Gisela: Me alegro tanto que las cosas en la fábrica estén tan bien, después de todo lo que pasó merecía estar en el puesto número uno nuevamente.

Julián: (Con una sonrisa de orgullo en el rostro) La verdad es que sí, se merece estar donde está. Todos nos esforzamos mucho, y toda esa lucha dio sus frutos ahora.

Se hizo un momento de silencio, para nada incómodo, hasta que Gisela lo rompió.

Gisela: El otro día pensaba… Valentino ya está grande (Julián la miró con atención), a mí me encanta estar acá dentro, pero la verdad me gustaría volver a trabajar.

Julián: (Sorprendido) Me tomas por sorpresa, la verdad no me esperaba que me dijeras esto. Mira, si vos queres trabajar, hacelo, no pienso impedírtelo ni mucho menos, sé cuán importante es para vos el trabajo y cuanto te gusta hacerlo. Pero yo quiero que Valentino te vea, no me gustaría que vengas tarde y él se quede todo el día con una niñera.

Gisela: Sí, a mí tampoco me gusta la idea de irme todo el día, y por supuesto tampoco lo voy a permitir, tengo que buscar algo de medio tiempo… Por ahí hable con Victoria… Pero todavía no sé.

Casa de Pepe…

Marcos y Victoria estaban sentados a la mesa tomando unos mates.

Marcos: Que lindo que hayas podido tomarte el día para que lo pasemos los dos con los chicos y tus viejos.

Victoria: Hay Marcos, hablas como si no estuviese nunca en casa.

Marcos: No, no digo eso, es que a veces pasar un tiempo los cuatro juntos, más si podemos estar con Pepe y Elena.

Victoria: Sí, tenes razón… De solo pensar que mañana tengo que volver a la fábrica me pongo tensa (dijo con voz fatigada)

Marcos: No te pongas así, te encanta laburar, ¿o no la pasas bien y cuando nos vamos de vacaciones queres volver para estar allá?

Victoria: Sí, pero últimamente las cosas están demasiado pesadas, hay cosas que no son para que me ocupe yo, pero queda mal que se ocupe Gabriela.

Marcos: Me parece a mí o necesitan un gerente.

Victoria: Sí, y además una  asistente para Gabriela, la pobre no da abasto con el trabajo que tiene, se está quedando horas de más para terminar las cosas, y sé que eso le hace mal.

Marcos: Y, ¿tenes alguien en mente para alguno de los puestos?

Victoria: Hay personas que me gustaría que se reincorporen a la fábrica así que vamos a ver qué hacemos.

Justo cuando terminó de decir eso llegaron los chicos, Pepe y Elena que volvían de su lindo paseo en la plaza.

Este fue el capítulo 2 de esta novela. Esperamos que les haya gustado.

Con mucho amor,

Vicky (@SmileZampini) y Sofi (@SoyRetorcida).